“Usted mismo, tanto como cualquier otro, en el universo entero, merece su amor y su afecto.” BUDA
En muchas ocasiones nos levantamos por la mañana y haga sol o esté nublado, nos produce indiferencia. Nuestro estado emocional es gris, es uniforme y nos cuesta plantearnos metas, no tenenemos ilusiones. Pero no nos planteamos si existe un problema, simplemente lo dejamos estar.
Puede ser que mi humor, en vez de uniforme, sea inestable, a la mínima salto, o cuando me encuentro con alguien me siento incómodo, como si no estuviera a la altura…
Diversos estados nos están diciendo algo importante, «no estoy bien». ¿Tendría que preocuparme?. La respuesta podría ser que si, pero normalmente lo achacamos al tiempo y nos decimos que esto “es normal” y que “¿quién no tiene una racha mala?, el tiempo lo curará”. El tiempo a ojos de muchos el mejor medicamento que existe.
¿Cómo estás de autoestima? pregunta muy típica en una sesión de psicoterapia. «Pues… no me lo he planteado… Creo que no demasiado bien. Bueno, en realidad más bien mal».
¿Que es la Autoestima?
De una forma no tan técnica, pero sí de forma muy comprensible, podríamos decir que la autoestima es la media entre lo que pensamos de nosotros mismos y lo que pensamos que los demás piensan de nosotros. Sería como mirarnos en el espejo y observar lo que nos gusta y luego pensar en cómo nos considera la gente, tanto física cómo piscologicamente.
Si tengo la estima alta, lo que tengo es una buena opinión de mi mismo y además pienso que está reforzado por el resto. Cuando mi estima es alta, me siento capaz de hacer cosas, tengo una actitud optimista y me marco metas y objetivos, es decir, le doy sentido a mi vida. Por contra, si mi estima es baja, me siento inseguro y puedo llegr a pensar muchas veces en que intentar las cosas no tiene sentido, pues no sadlrán o no servirá de nada. Es decir, mi actitud será pesimista y no persistiré, porque total, “¿para qué?”
Sería importante que profundizáramos de vez en cuando en cómo nos sentimos. Mi autoestima marca mi actitud y mi actitud lo que hago, es decir que mi estima marca realmente cómo veo la vida y por tanto cómo me siento ante ella.
Como profesional, la autoestima es uno de las primeras áreas a tener en cuenta, normalmente los profesionales necesitamos ayudar a devolver la autoestima a las personas que nos visitan, de manera que podamos acercarnos al objetivo, tanto terapéutico y vital, de acercarnos a la «felicidad».
¿Cómo puedo aumentar mi autoestima?
Antes de comenzar puede servirnos una reflexión sobre la autoestima, una reflexión que convierta lo abstracto en concreto. Si tengo que aumentar mi autoestima, lo lógico sería saber cómo me veo, es decir, tengo que saber identificar cómo soy, tanto mis virtudes como mis defectos.
1º. Auto-conocimiento. El auto-conocimiento es imprescindible. Debo saber cómo soy en función de una serie de categorías o rasgos. En psicoterapia usamos desde técnicas de auto-conominto, como la “ventana de Johari” o test de personalidad que nos ayudan a hacer concreto lo abstracto.
2º. Cuando tengo una visión de cómo soy lo importante es apoyar y visualizar por qué somos como somos. Es decir, qué hechos de nuestra vida apoyan lo que creemos de nosotros mismos para así demostrar que es verdad lo que pensamos de nosotros.
3º. Cambio de actitud. Una vez que tengo toda esta información la contrasto con la gente que forma parte de mi red social (familia, amigos, compañeros de trabajo o instituto, etc). Cuando tengo este reporte, lo que visualizo es qué he de cambiar en mi forma de ser para mejorar los resultados de mi vida. Esto nos lleva al siguiente punto.
4º. Metas. El hecho de cambiar lo que hago y cómo lo hago, me marca directamente las metas. Marcarme metas directamente me marca la necesidad de alcanzarlas y por tanto me hace moverme hacia ellas y tener una actitud sobre cómo alcanzarlas. Si alcanzo las metas aumento mi satisfacción, sintiéndome bien conmigo mismo.
Evidentemente, esta forma tan teórica de aumentar la autoestima nos pone en la senda de que todo esto debemos mejorarlo desde otros ámbitos tales como nuestra vida y qué debemos cambiar en ella. Es decir, ya hemos mejorado nuestra estima y hemos visto que podemos cambiar nuestra actitud y ponernos metas, pero también deberemos ser críticos con aquello que nos hace sentirnos mal. Debo saber cómo me siento en cuanto a mis ámbitos vitales. Cómo me llevo con mi pareja, y si no la tengo, si quiero tenerla. Cómo se encuentra mi relación familiar y cómo puedo cambiarla para que sea mas satisfactoria. Cómo es mi vida social, si tengo la suficiente gente alrededor y si hago lo que necesito con ellos. Si estoy satisfecho con mi trabajo y debo cambiarlo o variar algo en mi forma de desarrollarlo. Si tengo y practico las suficientes actividades de ocio que me hagan sentir bien al practicarlas. Cómo me encuentro de salud, si me siento fuerte y vital o débil y apagado, o si tengo alguna enfermedad o deficiencia y tengo que aprender a vivir con ello.
Cuando nos planteamos todo esto debemos saber si podremos hacerlo solos o podemos necesitar la orientación de alguien que ordene nuestras metas, que sea objetivo ante nuestra forma de vernos, que nos pregunte sin miedo a ser desconsiderados. Los psicólogos y psicólogas son muy necesarios porque son objetivos ante nuestra posición, al contrario que la gente de nuestro alrededor.
La autoestima es muy importante y muchas veces no la valoramos y pensamos que disponemos de la mejor medicina del mundo, “el tiempo”, y eso nos lleva a ignorar el problema. Puede que sea por miedo a enfrentarnos a ello, pues si lo hacemos tendremos que reconocer que existe ese problema y si lo reconocemos, podremos sentirnos mal.
Es importante destacar que cuando mi autoestima es baja, no es solo que tenga un problema de estima, ésta es un indicador de que algo no va del todo bien en nuestra vida.
He visto muchos personas con problemas, y cuando son capaces de aumentar su estima comienzan a cambiar sus vidas.
No esperes, si no te sientes bien confía en tu psicólogo o psicóloga, él o ella sabrá ayudarte y cómo apoyarte y enseñarte a que te ayudes. Solo hazte esta pregunta ¿Qué es lo que más te gusta de ti y lo que menos?. Si no tienes respuesta o la respuesta no te satisface, da por hecho que tenemos un problema de estima. Hay muchas formas de saber que mi estima no está bien pero en cualquier caso si dudas, habrá aspectos a trabajar
Encontrar la felicidad es más fácil de lo que nos puede parecer y conformarnos y resignarnos a ser como creemos que somos y por tanto no hacer nada por cambiarlo, es lo que hará que nos sintamos peor cada día.
Puedes aumentar tu autoestima y sentirte mejor, no lo dejes.