Si te encuentras en la situación en la que convives, cuidas o trabajas con alguna o algunas personas mayores y te has preguntado cómo desempeñar esta tarea, cuidarles o tratarles con el mayor acierto posible, la mejor opción es que preguntes directamente a la persona con la que interactúas cómo quieres que sea esta relación entre vosotros/as. Algunas de las posibles respuestas podrían ser:
Respétame: tanto su forma de pensar como de actuar y decidir.
Ten en cuenta mis opiniones: una pauta a seguir es que los dejemos que tomen sus propias decisiones: dónde quieren vivir, las actividades que desean realizar en su día a día, etc. La persona mayor quiere seguir tomando sus propias decisiones acerca de su vida, lo ha hecho siempre y lo querrá seguir haciendo mientras tenga capacidad para ello. Si hay alguna persona que no da su opinión, quizá sea porque en su historia de vida no le han dejado darla, o no lo ha hecho para evitar los conflictos interpersonales, pero opinión tendrá. Escúchale.
Interésate por mi: Las personas mayores esperan las llamadas telefónicas, las visitas, o los WhatsApps actuales. Las personas mayores interpretan estos gestos como que las personas se interesan por ellos y son importantes y significativas para quienes les llaman. Al mismo tiempo para ellos supone una fuente de información, de conocer algo más de lo que hacen y les pasa a las otras personas.
Una cosa que nuestra compañera María José comenta que en me el programa de acompañamiento a personas mayores que realizamos en las zonas rurales de Albacete, es que cuando visita o llama a una persona mayor, la conversación se centra en esa persona, si bien también le preguntan por ella, por lo que le ha pasado, cómo se encuentro y por su familia.
Escúchame: las personas mayores quieren que les dediques un tiempo al día, no horas, pero al menos sí unos minutos, para poder contarte lo que han pensado, decidido o hecho. También te pueden contar lo que ellos y ella han aprendido con su experiencia, y de esa experiencia previa quizás puedas aprender. ¡Aprovecha y dale prioridad a escucharle, ahora que la tienes cerca!
Dialogar, negociar: por supuesto, una de las cosas que las personas mayores no quieren llegar a ver son los conflictos familiares: que sus hijos se peleen por la diferente implicación en los cuidados de sus padres, por el dinero o por envidias. Seguramente, ellos han sido un ejemplo de cómo resolver los conflictos familiares, utilizando el diálogo y llegando a la negociación y a acuerdos que beneficien a todas las partes implicadas.
Valoremos a las personas mayores, tienen mucho que aportar y enseñar.
Si te interesa el trato con las personas mayores, en nuestra web puedes conocer algunos de nuestros proyectos llevados a cabo con esta población.