Anda el río revuelto en nuestras organizaciones con todos los problemas derivados de la crisis galopante que venimos padeciendo. La falta de recursos económicos – liquidez – derivados en gran medida por la falta de crédito por parte del sector bancario, han obligado a empresarios y empresarias a realizar ajustes en las plantillas, en los procesos, en la compra de maquinaria, en la adquisición de herramientas de trabajo actualizadas, etc. Adaptarse y sobrevivir es vital para poder así salir fortalecidos como empresa, como autónomo… pero estas medidas suponen un sobreesfuerzo notable en las personas que conforman esa Organización. La productividad del personal es mayor porque aunque la empresa vende menos servicios y/o productos, la carga de trabajo es mayor al estar las plantillas más ajustadas.
Esta mayor carga de trabajo, la mayor inestabilidad laboral derivada de los miedos a un despido, sumada a la exigencia de una mayor polivalencia como trabajador/a está derivando en la aparición de desajustes físico-mentales que tienen como consecuencia, en algunas personas, un bajón en el rendimiento, una peor calidad de vida a la hora de Conciliar y una menor autoestima y autovaloración personal y profesional al no poder afrontar un incremento en las tareas y mayores responsabilidades que les han sido delegadas.
Para paliar estas posibles situaciones recomiendo tomar una serie de medidas orientadas en el personal que permitan que el “talento” siga creciendo en su desarrollo de carrera, esto es, abonar y mimar el crecimiento de los recursos humanos porque, no olvidemos, son y seguirán siendo el valor que marca la diferencia, y la parte más importante de cualquier Organización:
Así, será importante adoptar medidas de protección preventivas trabajando la motivación y satisfacción personal del personal recompensando y fortaleciendo en diferentes sentidos:
- Recompensar: El apoyo al trabajo bien hecho con palabras y gestos; es importante cambiar la actitud hacia el personal centrándose en los aspectos positivos que requieren reforzar, controlando muy bien la Comunicación Verbal y No Verbal, además de controlar las emociones negativas.
- Adoptar un Estilo de Dirección Asertivo. Potenciar la visión empática con una regla muy sencilla… si nos ponemos en el lugar del personal probablemente comprendamos las reacciones emocionales que nos harían tener pensamientos y percepciones negativas acerca de nuestro trabajo. Pensar que estos mismos trabajadores con otras condiciones serían magníficos y rendirían algunos por encima de sus posibilidades.
- Mejora del Clima Laboral. Haciendo pequeños cambios que sean objetivos y reales. El objetivo es que vean que algo cambia, aunque sea un detalle en la organización de los horarios, de la gestión de los servicios, en la atención a los clientes, etc. Estos cambios palpables empezaran a mejorar el Clima Laboral y la implicación e integración para afrontar la situación.
- Conciliación. Es clave no olvidarla la situación personal, atender al bienestar familiar, los tiempos de ocio, etc. (tener a la pareja enfrentada a la empresa multiplica hasta por tres las sensaciones negativas del personal, y por consiguiente, baja su actitud, capacidad de trabajo y rendimiento). Atender a cumpleaños, organizar más eventos de integración con familias, etc.
- Información y Responsabilidades. La comunicación en lo referente a las tareas y responsabilidades del personal. Establecer una distribución justa atendiendo a las competencias profesionales y socio-emocionales del personal.
Teniendo en cuenta estas y otras medidas más personalizadas a la Organización será más fácil afrontar entre todos y todas las distintas situaciones que se puedan presentar y potenciar los lazos de unión con el personal.