Con la jubilación, el síndrome del nido vacío y muchos otros cambios que llegan con la edad, hay personas que experimentan una sensación de decaimiento y tristeza, así como otros sentimientos que afectan directamente a la autoestima, como sentimiento de inutilidad, “ya no sirvo para nada” y el no sentirse importante para los demás. No obstante, estos pensamientos y sentimientos sólo producen malestar y alimentan los prejuicios que concluyen que “los mayores no sirven para nada”, siendo algo completamente falso, y ante lo que muchos mayores están luchando, defendiendo una participación activa y beneficiosa para sí mismos y el resto de la población, a través de la participación social.
La participación social es entendida como la capacidad que tiene la sociedad para actuar y ser un agente activo en el mantenimiento de la vida comunitaria. Es decir, es el proceso que enlaza a las personas y a los grupos, otorgando significado a estar en el presente, a formar parte de algo, a ser considerado por y para algo. La participación en el entorno social es diferente de la participación social, en la primera uno simplemente actúa en beneficio propio (normalmente para autosatisfacerse) sin ofrecer una contribución específica, por ejemplo irse de viaje, o acudir a la gimnasia. En la segunda uno o una da a los demás, como podría ser actuando de voluntaria o voluntario en una asociación benéfica. Con ambas se puede disfrutar, pero con la segunda se obtiene mayor FELICIDAD y SATISFACCIÓN. En definitiva, la participación social es participar, cooperar, ayudar, intervenir, asociarse, contribuir…
A través de la participación social de los mayores todos/as nos beneficiamos, ya que por un lado las personas mayores ponen en marcha habilidades y capacidades que aumentan su autoestima, se enfrentan a situaciones que les aporta salud emocional y bienestar, se sienten más útiles y productivos, establecen redes sociales que les sirve de apoyo y evitan el aislamiento; de otra parte para el resto de la población: se aprende el valor y la importancia de la experiencia y sabiduría acumulada, demuestra la falsedad de los prejuicios asociados a esta edad, favorece una sociedad para todas las edades y supone una defensa de la igualdad de derechos.
Por tanto, si eres una de estas personas mayores, no te quedes quieto o quieta y demuestra a través de la participación social que tú también perteneces a esta sociedad y aún puedes ofrecerle mucho, infórmate, conversa, habla, interésate, propón, apoya, ayuda, se voluntario o volunaria, colabora, interviene, contribuye, coopera, sugiere, plantea, manifiesta, expón, opina, expresa, recomienda, comparte, actívate, sonríe, Y SE FELIZ OFRECIENDO A LOS Y LAS DEMÁS.
Si tienes algún tipo de dificultad a la hora de empezar o quieres participar en tu comunidad y no sabes por donde comenzar, te invitamos a que nos consultes.