En nuestra vida diaria nos rodeamos de personas que nos enseñan a tener buen humor, a reírnos, etc. Con estas personas nos sentimos bien, aprendemos a ver la parte positiva de las cosas… Sin embargo, también tenemos a nuestro alrededor personas que no nos benefician en nada.
Así nos encontramos, con personas que si bien al conocerlos pueden ser encantadores y nos provocan una muy buena impresión, no asumen sus responsabilidades y son incapaces de disculparse si no han actuado correctamente, son mentirosos y no les preocupa engañar o mentir para conseguir sus objetivos, sin tener en cuenta el daño que pueda causar a los demás.
Por otro lado tenemos a los que van de víctimas, y en los que abundan los pensamientos negativos y se creen que el resto del mundo está en contra de ellos, si bien no hacen nada para solucionar sus problemas, sólo quejarse a los demás.
Además, no podemos librar del agresivo verbal que desea que los demás admitan su autoridad y ejerce ese poder a base de gritos, descalificaciones y menosprecios. Siempre encuentra el momento para discutir y enfrentarse, produciendo un gran desgate emocional a quienes le rodean.
Y otro rol que tampoco falla es el conformista y mediocre, quien se plantea pocas meta viviendo una vida llega de rutinas y monótona, sin pocos estímulos. Lo malo de ellos es que intentan contaminar a los demás con su actitud derrotista.
Por supuesto, de los arrogantes y mentirosos que se ve como autosuficiente y se cree perfecto en todo lo que hace y dice. Nos suele tratar con despotismo, con desprecios sutiles y haciendo que sus ideas y opiniones importen despreciando las de los demás.
A todos estos personajes-roles se les debe de detectar, pues hay veces que nos nos damos cuenta del daño que nos están haciendo y no nos están dejando crecer. Una vez detectado será oportuno aplicar nuestras estrategias. Una buena táctica es retirarles la atención cuando nos tratan con sus técnicas y, sin embargo, cuando nos traten de una manera satisfactoria, con respeto, sobre todo atenderle con todo el interés del mundo.