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La adopción es una medida de protección. Los niños y niñas adoptados, en numerosas ocasiones, han vivido situaciones muy difíciles en los años de pre-adopción, y estas vivencias en muchas ocasiones pueden derivar en problemas posteriores. El proceso de adopción es un proceso de muchos cambios, los niños y niñas adoptados se incorporan a familias en las que van creando vínculos nuevos, rompiendo en numerosas ocasiones con los vínculos anteriores (Sánchez-Sandoval y Palacios, 2012).

Según Ocampo (2018) los problemas que aparecen en los niños adoptados no están directamente relacionados con la adopción sino con los factores que indicen sobre el desarrollo del niño. Estos factores son:

La edad del menor. Según el estudio realizado por Sánchez-Sandoval y Palacios en 2012, lo que influye en realidad en el desarrollo de problemas tras la adopción no es la edad en sí misma sino la estancia prolongada en centros colectivos antes de ser adoptados. Además, el ser adoptado a una edad mas temprana conlleva reducir el número de posibles vivencias negativas y como consecuente reducir el riesgo de futuros problemas. Perales et al. (2007) mencionan que los niños adoptados a una edad más tardía tienen sentimientos más negativos hacia la familia adoptiva puesto que sus recuerdos de vivencias anteriores están más presentes.

Los antecedentes familiares y vivencias del menor. Como ya hemos comentado, los niños adoptados en ocasiones cuentan con un pasado difícil, y en ocasiones estos antecedentes provocan en el niño unas respuestas inadecuadas, ya que se pueden sentir amenazados por la nueva familia al presuponer que los padres adoptivos reaccionaran como los biológicos en determinadas situaciones.

El estrés de los padres tras la adopción. Según exponen Perales et al. (2007) hay numerosas tareas diferentes a las que unos padres adoptivos han de exponerse en el proceso de pre-adopción, como, por ejemplo, la ausencia del periodo preparatorio para la paternidad que se produce durante el embarazo o la ausencia involuntaria de hijos que puede afectar al equilibrio de la pareja, situaciones que finalmente pueden derivar en un estrés que dificulte la adaptación del niño a la familia.

La educación que recibe el menor. Es importante que el colegio y los padres trabajen juntos para facilitar la adaptación del menor tanto al centro como a la familia. En ocasiones son niños que no han iniciado su escolarización en el momento que debían y esto les dificulta el proceso de adaptación (Perales et al., 2007).

La familia a la que llega el menor. Sánchez-Sandoval et al. (2012) mencionan que cuando los estilos educativos de los padres se asemejan más a los patrones democráticos de los hijos, estos se muestran más cercanos emocionalmente y menos conflictivos.

Todo lo que hemos mencionado son los factores que pueden influir en el desarrollo del niño, pero ¿cuáles son los problemas que pueden surgir?

Sánchez-Sandoval & Palacios (2012) en su investigación sobre los problemas emocionales y comportamentales en niños adoptados y no adoptados concluyen que los niños adoptados presentan mayor número de problemáticas que los niños no adoptados.

Se habla de problemas emocionales, conductuales, hiperactividad y relaciones prosociales como los grupos de problemáticas más comunes que se dan en niños adoptados.

Dentro de los grupos de problemáticas, Ocampo (2018) señala como los cinco problemas principales que aparecen en niños adoptados las conductas externalizantes de tipo agresivo, oposicionistas, etc…, el miedo al abandono, dificultades de aprendizaje, dificultades en el establecimiento del apego y las relaciones con adultos y sus iguales y problemas de adaptación al entorno.

Palacios et al. (2005) en su investigación mencionan cuales son los principales síntomas que se dan en los niños adoptados. Los problemas de hiperactividad conllevan una gran dificultad para concentrarse y alto nivel de nerviosismo. Por otro lado, los problemas emocionales desencadenan en muchas ocasiones miedo a lo desconocido, llanto fácil, tristeza, angustia y preocupación. Los problemas de conducta que se dan en niños adoptados conllevan comportamientos desobedientes, suelen ser niños agresivos y que tienden a echar las culpas de sus actos a los demás. Hemos de estar muy atentos a todos estos síntomas, puesto que nos pueden ayudar a detectar un posible problema en nuestro hijo.

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Referencias bibliográficas

Ocampo, J. (2018). Los problemas más comunes en los niños adoptados. Guía Infantil. https://www.guiainfantil.com/familia/adopcion/los-problemas-mas-comunes-en-los-ninos-adoptados/

Palacios, J., Sánchez-Sandoval, Y., & León, E. (2005). Adopción y problemas de conducta. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación-e Avaliação Psicológica, 1(19), 171-190.

Perales, G. O., Cancio, S. P., & Olmo, M. M. (2007). Trastornos de conducta en niños adoptados. Revista de Psiquiatría Infanto-Juvenil, 24(2, 3 y 4), 224-231.

Sánchez-Sandoval, Y., & Palacios, J. (2012). Problemas emocionales y comportamentales en niños adoptados y no adoptados. Clínica y Salud, 23(3), 221-234.

Sánchez-Sandoval, Y., León, E., & Román, M. (2012). Adaptación familiar de niños y niñas adoptados internacionalmente. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 28(2), 558-566.

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