Mujeres rurales y semirurales, ¿sabéis que sois el agente clave para el desarrollo económico, social y ambiental? Sois muchas mujeres en localidades pequeñas y es fundamental que seáis conscientes de varios aspectos.
Es cierto que podéis encontrar más dificultades a la hora de emprender en localidades de menos de 10.000 habitantes, al ser, en ocasiones, poblaciones masculinizadas, donde el hombre tiene un porcentaje de ocupación mucho mayor que la mujer en los sectores de agricultura, ganadería y pesca; industria; y construcción. O que ocupáis puestos de trabajo temporales en mayor medida que los hombres, con una menor retribución salarial y tener menor representación en puestos de responsabilidad. Y donde además, probablemente, las diferencias de género sean más acentuadas y enraizadas en la población.
Pero estas amenazas externas son fuertemente agravadas porque en ocasiones te pones tus propios límites. ¿Te suenan estos pensamientos?: “no puedo”, “es que no tengo tiempo”, “lo haré cuando mis hijos/as se hagan mayores”, “qué dirán de mi”, «qué miedo», «estoy loca», y un sinfín de excusas más. ¿los has tenido alguna vez? ¿Has pensado en lo tanto que te gustaría haber hecho “esto” y lo “otro”? En ocasiones, con la rutina, te dejas llevar por la inercia, por la simplicidad, por la comodidad y dejas de pensar en tus objetivos y tus metas, o simplemente en ti misma, en qué quieres, o en qué te mueve.
Detente unos segundos y reflexiona en las siguientes cuestiones: ¿qué es lo que tienes pendiente por hacer? ¿cómo podrías conseguirlo?
Algunas de las ventajas que tiene la consecución de tus sueños o metas en tu localidad son: que potenciarás la economía y enriquecerás tu municipio, te sentirás válida, competente y satisfecha contigo misma por conseguir lo que has querido, aumentará tu autoestima y felicidad e impulsarás la igualdad entre mujeres y hombres de forma transversal.
Entonces qué, ¿quieres empoderarte?