El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una patología en la que aparecen dificultades para regular las emociones. También lo podemos ver como estados prolongados de emociones turbulentas o inestables.
Estas dificultades pueden generar cambios visibles en el estado de ánimo, inestabilidad, reacciones impulsivas y/o relaciones inestables. En dichas relaciones estas personas tienden a evitar de manera compulsiva e inconsciente un alejamiento o abandono (pudiendo ser este real o imaginario).
Incluso, en ocasiones, pueden aparecer comportamientos autolesivos para aliviar su angustia emocional. Esto podría manifestarse con cortes, intentos de suicidio, ingesta desmesurada, conducción temeraria, abuso de drogas o alcohol…etc.
Ya sabemos de qué se trata y cuál es la definición de dicho trastorno, pero… ¿cómo lo podemos identificar?, ¿cuál puede ser la causa?, ¿cómo podemos abordarlo o tratarlo? A continuación vamos a intentar resolver estas y otras preguntas que se pueden plantear sobre este tema.
Síntomas
Los síntomas por los que podemos identificar un Trastorno límite de la personalidad (TLP) son:
- Esfuerzos por evitar un posible abandono, real o imaginario. También puede manifestarse con conductas de aislamiento social.
- Conductas impulsivas e incluso peligrosas para su integridad física.
- Inestabilidad en las relaciones sociales interpersonales, que pueden conllevar a la idealización o a la devaluación de todas las relaciones sociales.
- Autoimagen inestable y poco ajustada a la realidad que afecta tanto a su estado de ánimo como en la manera en la que se relacionan.
- Sentimiento crónico de vacío.
- Comportamientos autolesivos o suicidas.
- Ira desmesurada que no corresponde con la gravedad del problema, que posiblemente esté seguido de culpa y vergüenza.
- Agitación emocional intensa, siendo difícil volver a una base estable después.
- Causas
Las causas reales del Trastorno límite de la Personalidad (TLP) es la combinación de diversos factores:
- Ambiental. Personas que han sufrido acontecimientos vitales especialmente estresantes o traumáticos como pueden ser abusos, negligencias o separación de progenitores durante la infancia. Esto les hace ser más propensos a sufrir TLP.
- Genética. No se ha llegado a demostrar que ningún gen en concreto sea el causante del TLP, pero si se ha evidenciado en familiares de primer grado o gemelos monocigóticos que esta relación les hace cinco veces más propensos a que éste es manifieste.
- Estructura y conectividad neurológica. Se ha evidenciado un funcionamiento diferente en la conexión entre el control emocional y toma de decisiones en personas con trastorno límite.
Diagnóstico
Aunque no existe una prueba médica concreta para confirmar que una persona padece TLP, sí que se puede realizar el diagnóstico mediante entrevistas con profesionales de salud mental y neuropsicología donde se evalúan tanto los comportamientos y pensamientos de la persona afectada, como las relaciones sociales que tiene, pudiendo requerir, según el caso, entrevistas con personas de su entorno.
La prevalencia del TLP se estima sobre el 1% o 2% de la población, siendo uno de los trastornos de personalidad más común en los tratamientos psicológicos.
Tratamiento
El tratamiento engloba a las siguientes terapias para el afrontamiento psicológico:
- La terapia cognitiva conductual ha demostrado ser efectiva en el cambio de pensamiento e incluso de los comportamientos a los que hemos referido anteriormente. Mediante este tipo de terapia se enseña estrategias para afrontar las situaciones que provocan malestar e inestabilidad emocional. También se ha demostrado alta efectividad de esta terapia en síntomas depresivos y ansiosos.
- La terapia basada en la mentalización fomenta la reflexión, y por tanto mejora la capacidad de contener, regular las emociones y los sentimientos. Mediante estas técnicas el paciente entiende mejor las propias emociones y las de los demás, por lo que produce unas relaciones más satisfactorias.
- Por último tenemos la terapia dialectica conductual, que está diseñada para tratar conductas autolesivas, pensamientos suicidas, problemas graves de autoimagen o de alimentación y el consumo de drogas.
No se ha hallado aún medicación que tenga un efecto directo sobre este trastorno aunque sí para el tratamiento de algunos de los síntomas, como la ira, la depresión y la ansiedad.
Espero haber resuelto algunas de sus dudas, aunque si necesita más información, no dude en contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarle.